viernes, 28 de marzo de 2008

Escalando el gran colmillo de hielo

Situado en el corazón de las Montañas Rocosas, el Colmillo de Vail, en Colorado, puede alcanzar los 50 metros de altura y hasta ocho metros de grosor. Curiosamente, este gigantesco pilar de hielo no se forma todos los inviernos, sino sólo en aquéllos lo suficientemente crudos como para congelar las cascadas que recorren la montaña. Es entonces cuando el colmillo se convierte en un santuario para los amantes del riesgo.
Tal y como advierten los expertos, escalar por esta torre de hielo puede convertirse en una aventura demasiado peligrosa. Si la temperatura empieza a aumentar o han pasado demasiados escaladores en los días anteriores - dejando los correspondientes agujeros que debilitan la estructura - el hielo puede empezar a fallar y provocar una caída fatal.


El primero en escalarlo fue el joven alpinista Alex Lowe, quien trepó por la cascada helada en el invierno de 1981. Desde entonces, la escalada en hielo se ha puesto mucho más de moda, y son decenas los grandes alpinistas que se han atrevido a desafiar su poder. Para hacerlo, como veréis en el vídeo, hace falta mucho valor, y estar un poco loco.

jueves, 27 de marzo de 2008

El primer hombre embarazado tendrá una niña

Thomas Beatie, un transexual varón casado, dará a luz a una niña el próximo verano después de varios intentos por quedar embarazado y tras sufrir el rechazo de la sociedad y su familia, informó la revista The Advocate.
Beatie, cuyo aspecto actual es el de un hombre embarazado de cinco meses, se sometió a una operación para eliminar sus pechos femeninos y a tratamiento de testosterona en su proceso de cambio de sexo, aunque conservó sus órganos reproductores.
Esta pareja formada hace más de diez años siempre quiso tener un bebé, pero la mujer de Beatie, Nancy, sufrió una endometriosis hace 20 años y por culpa de la enfermedad se le practicó una histerectomía que le impide tener hijos.
Una vez que alcanzaron una situación económica acomodada ambos tomaron la decisión de que Beatie fuese el encargado de gestar el bebé de ambos.
"Habían pasado ocho años desde mi última menstruación, pero mi cuerpo ya se regulaba a sí mismo y no tenía que tomar estrógenos ni progesterona, ni siquiera medicamentos para favorecer la fertilidad con el fin de ayudarme en el embarazo", aseguró Beatie.
Rechazo de medicos y familiares
El plan de este matrimonio se encontró entonces con la oposición de la comunidad médica, sus vecinos y familiares.
"Los doctores nos discriminaban por sus creencias religiosas, algunos se negaban a llamarme por mi nombre de varón y a reconocer a Nancy como mi mujer. Los recepcionistas se reían de nosotros y la familia y los amigos nos negaron su apoyo. Gran parte de la familia de Nancy no sabía que yo era transexual", explicó Beatie.
El primer médico endocrino que les atendió acabó rechazando el caso porque su equipo se sentía incómodo al tratar a "alguien como yo", en palabras de este futuro padre.
Después de un año en el que visitaron a otros nueve doctores y se gastaron varios miles de dólares, Thomas y Nancy consiguieron acceder a un banco de esperma para engendrar a su bebé.
Duro camino hacia la fecundación
Sin embargo, el primer intento no tuvo éxito y el óvulo fecundado se instaló fuera del útero, por lo que Beatie tuvo que pasar por quirófano y le extirparon una de sus trompas de falopio.
"Cuando mi hermano supo de la pérdida de feto dijo: es bueno que pasase. Quién sabe que tipo de monstruo habría sido".
La segunda tentativa tuvo más éxito y Beatie se encuentra embarazado y espera dar a luz a una niña alrededor del 3 de julio de este año.

¿Cuántos litros de gas produce un ser humano cada día?


Para responder a esta pregunta, los autores del documental de la BBC “La verdad sobre los alimentos” cogieron a dos rancheros de diferente sexo y les proporcionaron un sofisticado pantalón capaz de recoger sus ventosidades en una bolsa.Durante 24 horas, Kyle y Laura, los dos sujetos del experimento, accedieron a vestir estos pantalones para medir su capacidad para expeler ventosidades. El resultado, después de vaciar las bolsas, fue espectacular: algo más de tres litros de gas en cada una.
El ser humano produce entre ½ litro y tres litros de gas cada 24 horas, con entre 12 y 25 flatulencias por jornada. La mayor parte de este gas procede del aire ingerido durante las comidas, pero una proporción proviene de la síntesis realizada por las bacterias anaeróbicas de nuestros intestinos.De acuardo con los autores del documental de la BBC, la cantidad de gas que producimos sería cinco veces mayor si no fuera por estas pequeñas criaturas, así que en cierto modo debemos estarles agradecidos: expeler quince litros de gas cada día sería realmente insufrible.